Ricardo Gutiérrez abrió hoy la clase con la explicación de la "imitatio auctoris", el lema latino que explica la forma de hacer y valorar la literatura en el Renacimiento. A diferencia del modo romántico, que valoraba la originalidad creadora del yo y la expresión de la fantasía y la imaginación, el Renacimiento mide el valor estético de una obra por la capacidad del artista para recrear la tradición, repetando el modelo original pero adaptándolo de forma personal. Los poetas clásicos más imitados serán Virgilio (sus églogas y la literatura pastoril) y Horacio (las odas y su teoría del "decoro"); y de Italia las fuentes más importantes serán Dante y Petrarca (sonetos, paisaje). Carmen nos comentó también la relevancia de Sannazaro, y su interpertación del platonismo.
El resto de la clase, por turnos, pudimos comentar diferentes del siglo XVI menos canónicos que Garcilaso. Andres C. comentó la importancia de Boscán como introductor de las formas italianas. Adriana eligió el famoso madrigal de Gutierre de Cetina ("ojos claros, serenos,.."), que refleja los temas del amor cortés (el sufrimiento amoroso opr el rechazo de la amada idealizada) pero en un tono más sencillo. Andrew nos mostró un poema burlesco de Hurtado de Mendoza (loa a la zanahoria), con un contenido erótico que contrasta con el idealismo de la poesía convencional del época. Olivia nos habló de Castillejo, el "rebelde" de este grupo, que se opuso al exceso italianista y defendió el valor de la tradición española (sin dejar por ello de ser profundamente renacentista). En fin, un repaso ligero, pero bastante variado, a las otras voces poéticas del renacimiento, que preparan el camino a la explosión (boom, que se diría en inglés) artística del barroco del siglo XVII (Góngora, Quevedo).
¿Me dejé algo importante en el tintero?
Añadiendo un poco a la información de Andrew, encontré que Diego Hurtado de Mendoza es considerado uno de los pioneros de la poesía erótica, no en el sentido de tocar el tema, sino por la estructura italianizante que le da a sus versos. Sin ir muy lejos, su padre, Íñigo Lopez de Mendoza, también fue escritor de versos eróticos, pero su estilo es más medieval al usar cortos versos hectasílabos -a diferencia de los endecasílabos de los italianos- y tratar el tema con serranillas o pastoras.
ResponderEliminarAlgo también que me gustaría recalcar es lo que Octavio Paz dice de la poesía erótica, dado que la poesía en sí es la erotismo lingüístico, la poesía erótica es más poesía o una metapoesía. Todo esto lo detallo un poco más en mi blog, por si quieren leer más a fondo.
Me gusto mucho el poema burlesco de Hurtado de Mendoza ya que primeramente no entendia el sentido de alavar a una zanahoria, pero que sorpresa me lleve despues. Este alavanza carnal de poder concretar el amor por medio del enlade de los cuerpos y no nadamas que sea como un suspiro o un sueño que cuando se acaban te quedas en las misma, no tienes nada. Pero tambien al enredar sus lenguas, tocar sus cuerpos mutuamente se daban cuenta que ya no era lo mismo, se perdia el encanto y el sueño magico donde vivian.
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